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Cuando las venas se inflaman generan un bultito de piel. Esta piel no está en un lugar normal y ocupa un espacio extra dentro de la cavidad anal o rectal. Por esa razón generan comezón, pues es un cuerpo extraño.
El sangrado es una de las formas más inmediatas de saber si tienes hemorroides. Puedes observarlo en el papel higiénico cuando evacúas. Sin embargo, es importante que sepas que el sangrado no es exclusivo de las hemorroides, puede haber otras causas como las fisuras anales.
Puedes notar la inflamación de una hemorroide palpándola o en un espejo. Pueden tomar una coloración morada o rosada, sobre todo cuando están sangrando. Por otro lado, es importante que tomes en cuenta que las hemorroides internas son más difíciles de ver. En ese caso, necesitarás un examen exploratorio para determinar la gravedad de la hemorroide y el tratamiento adecuado para ella.
Por otro lado, también puedes experimentar dolor al defecar. En etapas avanzadas, las hemorroides causan dolor intenso, llegando a provocar que sentarse sea muy incómodo. No ignores el dolor y la incomodidad, podrías tener una complicación.
Si tienes un problema de hemorroides y no lo atiendes a tiempo puedes tener varias complicaciones. En casos extremos, puede que requieras cirugía. Entre las complicaciones de esta enfermedad puedes encontrar indicadores como:
Para asegurarte si padece o no hemorroides, acude con un especialista en coloproctología. En Digestiva contamos con médicos especialistas que pueden ayudarte a superar este incómodo padecimiento.
Responsable sanitario: DR. RAFAEL FERNÁNDEZ | CED. PORF. 9531355
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